jueves, 30 de octubre de 2014

Plaza del antiguo coso

El Viejo Coso, hoy Plaza del Viejo Coso, fue la primera plaza de toros de Valladolid, construida en el siglo XIX. Hasta esa fecha, los festejos taurinos se celebraban en la Plaza Mayor y zonas aledañas a la Puerta del Campo o en la Plaza Vieja o de San Pablo, en las que se colocaban tribunas de madera para los espectadores,1 imitando modelos como el de la Plaza del Coso de Peñafiel.
Fue construida en 1833 en San Quirce, sobre las casas del Conde de Salinas, cerca del palacio renacentista de Fabio Nelli. Se trata de una zona que empezaba entonces a transformarse, debido a las ventas de inmuebles incluidas dentro de la desamortización.
Es de planta octogonal, forma similar a otras plazas como las de Granada o Jerez de la Frontera y tenía una capacidad para 8.000 personas. Se abandona en 1890 al construirse el Coso del Paseo de Zorrilla, adaptándose después para cuartel de la Guardia Civil. En la década de 1980 fue reconvertida en viviendas particulares y fue intensamente rehabilitada, según un proyecto de los arquitectos Manuel Finat y Javier López de Uribe.
Actualmente, los antiguos palcos en los que los personajes ilustres de la ciudad acudían a las corridas se destinan a las viviendas y lo que constituía el ruedo se ha convertido en un pequeño parque. Los edificios presentan una fachada continua de ladrillo, siguiendo el modelo romano, con corredores exteriores realizados en madera, simulando lo que se conoce como una tradicional corrala, y en su parte interna se disponen dos pisos de balconcillos. A la plaza se ingresa por las calles San Quirce y San Ignacio y está considerada como uno de los rincones más singulares y quizás más desconocidos de Valladolid.

martes, 14 de octubre de 2014

Plaza Mayor




La Plaza Mayor de Valladolid está situada en el centro de la ciudad de Valladolid a pocos metros de otros monumentos significativos como la Iglesia de San Benito el Real o la Iglesia de Santa María La Antigua.
Presidida por el monumento al repoblador de la ciudad, el Conde Ansúrez, la Plaza Mayor constituye el principal espacio de encuentro de los vallisoletanos.

siglo pasado
Plaza Mayor
A mediados del siglo XI, Valladolid era una pequeña aldea agrícola rodeada por una cerca defensiva. El espacio que ocupa la plaza Mayor y sus alrededores se encontraba fuera de esta primera muralla, cerca de la puerta conocida como postigo del Trigo, por donde los mercaderes entraban a la villa con los alimentos.
Cuando el conde Pedro Ansúrez obtuvo el señorío de la villa en 1072, mandó construir un palacio para él y su esposa doña Eylo Alfonso y las iglesias de Santa María la Mayor y de Santa María La Antigua y se instaló el concejo. La plaza de Santa María,2 era pues el centro de la incipiente urbe. Por su parte, en el descampado donde hoy se encuentra la plaza se fueron construyendo diversas edificaciones.
La existencia de la plaza Mayor en el actual emplazamiento comenzó a definirse a mediados del siglo XIII cuando el mercado se desplazó desde la Plaza de Santa María a la Plaza del Mercado, que desde comienzos del XVI se llamó Plaza Mayor. Los distintos gremios se fueron instalando en torno a ella, y fue el Convento de San Francisco, hasta 1499, el edificio más importante en las inmediaciones. A partir de esa fecha, por mandato de los Reyes Católicos fue la Casa del Municipio la que presidió la vida de la ciudad.

El gran incendio de 1561.



Tras su destrucción, a causa del grave incendio que comenzó el 21 de septiembre de 1561 y que hasta el 23 de septiembre destruyó al menos 440 casas de la ciudad, el concejo inició, al día siguiente de la finalización del incendio, el 24 de septiembre, las labores de reconstrucción. Se encargó a Francisco de Salamanca la construcción de tiendas provisionales en la propia plaza y se realojó a los afectados por el incendio, utilizando para ello casas prestadas por los propios vecinos.
Felipe II ordena la reconstrucción de la parte incendiada.
El mismo 24 de septiembre, el concejo tomó la decisión de solicitar ayuda para la reedificación de la zona afectada a Felipe II. La solicitud fue entregada en mano al rey por el corregidor de la ciudad, Luis de Ossorío. El 25 de septiembre, tras una nueva reunión del concejo, se decidió encargar a Francisco de Salamanca el proyecto de reconstrucción de la zona y un estudio previo en el que se estudiase la distribución del espacio urbano anterior al incendio. En este estudio previo ya se plasma la idea de una gran plaza donde se construirían las casas del consistorio y se ubicaran de forma ordenada los distintos gremios, oficios y servicios.
Los días 9 y 10 de octubre, Felipe II expidió una Real Cédula por la que solicita al concejo la realización de un informe técnico y en la cual se consignan una serie de premisas para llevar a cabo el proyecto como son la obligación de un sistema de calles rectilíneas y una nueva traza urbana.
Tras una serie de contactos a tres bandas entre el concejo, Francisco de Salamanca y Felipe II, el arquitecto presentó el proyecto definitivo al monarca que fue aprobado salvo ciertas modificaciones menores.